Para nadie es un secreto que la conectividad venía en constante crecimiento, sin embargo, con la llegada de la pandemia, las restricciones y medidas de salud pública se ha estimulado aún más su crecimiento.
Sin lugar a duda, esta pandemia nos ha demostrado que el futuro de los negocios exige una mejor conectividad y redes corporativas más poderosas que nos ayuden a soportar el modelo de trabajo remoto y a mantener la infraestructura de red para servicios empresariales. Este modelo no será provisional en lo que termina la pandemia, se convertirá en una nueva realidad para las empresas y negocios de todo el mundo.
El cambio acelerado en la tecnología ha impactado la manera en que la sociedad interactúa, sobre todo en las grandes ciudades, donde los edificios requieren una infraestructura de servicio de redes y comunicaciones capaz de soportar las demandas de los usuarios, ya que unifican todos los elementos básicos para el buen funcionamiento de una empresa e incluso de la población en sí.
Las comunicaciones también han cambiado, generando interacciones y colaboraciones diferentes a lo que se conocía previamente. Algunos ejemplos de ello son:
• La atención médica se está moviendo rápidamente hacia la telesalud, aplicando nueva infraestructura de los servicios de salud y disminuyendo las visitas en persona siempre que sea posible
• La educación ahora está basada en cursos 100% en línea para que los estudiantes puedan continuar con su aprendizaje. Incluso sin salir de casa
• La creación, adaptación e implementación de trabajo remoto
• Los dormitorios y hoteles se están transformando en aislamiento improvisado o áreas de pacientes que requieren nuevos tipos de conectividad
• Ordenes de comida 100% en línea
• Transmitiendo más contenido HD
• Reuniones multimedia
• Implementación de sistemas de control y monitoreo
Impulsando a las empresas y personas a buscar nuevas formas de mantenerse conectados, de acceder a la información y sobre todo continuar con la operación.
Un adecuado diseño e ingeniería del cableado estructurado asegura la capacidad de conectar diferentes tipos de dispositivos, logrando transportar los datos e información que provienen de un emisor hasta su correspondiente receptor. Se trata de una red física de cable única, donde convergen cables de cobre, y/o de fibra óptica y bloques de conexión.
Para los que cuenten con una infraestructura de cableado obsoleta y aun no contemplan la opción de modernizarla o actualizarla, es muy probable que se presenten desaceleraciones de la red, conexiones caídas, cuellos de botella e incluso circunstancias en donde las aplicaciones no se puedan utilizar en absoluto.
Ahora y más que nunca está claro que se necesita de una infraestructura robusta, confiable y de alto rendimiento para mantener a las personas conectadas a los datos, a la información y entre sí. Es vital para el trabajo remoto, el aprendizaje en línea, las comunicaciones de emergencia, la atención médica y mucho más.
El futuro cercano nos depara redes más poderosas y flexibles que podrán ser capaces de afrontar la nueva normalidad del trabajo remoto. Una evolución forzada en gran medida por la llegada del covid-19 nos permitirá acercarnos más rápido a redes superpoderosas capaces de sostener nuevas formas de comunicación y trabajo.
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